Ayuda a los niños a conseguir el mejor descanso.

Desde recién nacidos a adultos jóvenes, el sueño es un bien preciado, y una rutina a la hora de dormir sin estrés ¡también es un bien preciado para los padres! Presentamos consejos para un mejor descanso que puedes introducir y poner en práctica a medida que los pequeños crecen para crearles una rutina de sueño relajado para toda la vida. 

Bebés

Masaje al bebé: Hacerle un masaje de cinco a 10 minutos es una forma ideal para establecer un vínculo con tu bebé y también ubicar a tu pequeñito en un espacio físico y mental tranquilo antes de ir a la cama. Usar loción aromática o aceite esencial de lavanda puede ayudar a relajar a tu bebé y a prepararlo para un sueño placentero. Conoce más sobre los beneficios de los masajes para el bebé aquí

Acomodar el ambiente: El mejor sueño sucede en una habitación oscura, en silencio y el espacio del bebé debe estar ordenado. Como la temperatura de nuestro cuerpo sube por la noche, los estudios muestran que logramos un sueño más reparador en un ambiente más fresco con la temperatura óptima alrededor de 65 grados Encuentra más prácticas para la hora de dormir del bebé aquí.

Niños pequeños y jóvenes

Leer libros: Leer por lo menos un libro juntos antes de ir a dormir no solo les estimula el cerebro, sino que les relaja el cuerpo. Esta actividad tranquila ayuda a los pequeñitos a avanzar en su desarrollo, desde la lectura real al pensamiento creativo.  Es importante observar también que la capacidad lectora en tercer grado es el predictor más significativo de finalización de la escuela secundaria y, más tarde, del éxito profesional

Hablar del día: Mantener una conversación reflexiva con tu niño acerca de lo que sucedió en el día no solo construye un vínculo, sino que lo ayuda a desarrollar la capacidad de reflexionar. Estudios han mostrado que los niños que aprenden a planificar y revisar sus acciones intencionalmente en etapas tempranas tienen un mejor rendimiento en lo que se refiere al lenguaje y otras acciones intelectuales.

Encuentra más consejos y conoce más sobre cómo crear una rutina nocturna para un niño pequeño aquí.

Adolescentes

Eliminar la cafeína: Desde refrescos a chocolate, café o té, insiste para que tu hijo adolescente no consuma cafeína luego de la cena. De hecho, hay estudios que muestran que el consumo de cafeína aproximadamente seis horas antes de ir a dormir crea trastornos del sueño Aunque algunos aparentemente no se ven afectados por tomar una taza de café, para la mayoría este estimulante bloquea los químicos que inducen al sueño en el cerebro, a la vez que aumenta la producción de adrenalina.

Prohibir pasar tiempo frente a la pantalla: Están bien documentados los efectos negativos de mirar fijo una pantalla, ya sea una laptop, TV o celular, antes de ir a la cama. La luz intensa confunde nuestros cerebros sobre qué momento del día es realmente y, en consecuencia, puede mantenernos despiertos o reducir nuestra habilidad para conciliar el sueño profundo. Incentiva a tu hijo adolescente a hacer otra cosa antes de ir a la cama (como, por ejemplo, leer un libro).