Cómo ayudar al bebé a dormir cuando está enfermo

Cuando el bebé está resfriado, puede haber largas noches de insomnio para todos. Muchas veces, esta falta de sueño se convierte en parte de un círculo vicioso: el bebé se enferma y no duerme bien y, como resultado, no puede descansar, que es lo que necesita para eliminar la congestión, la fiebre y el malestar general. Por esta razón, la enfermedad dura más de lo debido y dormir sigue siendo una batalla noche tras noche, lo que hace que tú también duermas menos.

Al intentar ayudar a tu bebé a descansar, harás que se sienta mejor más rápido y, a la vez, evitarás su mal humor y malestar. Aquí encontrarás algunos consejos y trucos para poner en práctica cuando tu bebé no puede dormir. Consulta a tu pediatra si tienes alguna duda o pregunta.

Eliminar la congestión

Aunque muchas de las opciones de venta libre no se recomiendan para bebés o niños pequeños, existen muchos aerosoles nasales naturales y ungüentos que pueden ayudar a eliminar la congestión. La congestión nasal y la tos suelen dificultar el sueño de los bebés. No solo son incómodas sino que, si un bebé congestionado necesita su chupete para dormir, la congestión hace que sea aún más difícil poder dormir. Cuando un bebé no puede respirar por la nariz, es casi imposible que pueda usar el chupete para dormir, lo que aumenta su nerviosismo y los problemas para conciliar el sueño. Si no sabes por dónde empezar, puedes hacerle masajes a tu bebé para calmarlo y tratar de eliminar la congestión.

 

Dar prioridad su alimentación cuando está enfermo

Cuando un bebé no come, especialmente cuando está enfermo, puede ser frustrante para los padres. Quieres hacer lo mejor para él, y asegurarte de que tiene los nutrientes adecuados para terminar con el resfrío es importante. Sin embargo, es normal que si no quiere comer durante el día, se ponga de mal humor a la noche. La irritabilidad que sufren durante la noche está asociada a la sed o al hambre. Normalmente, esto es fácil de manejar para las mamás y los papás, pero cuando el bebé tiene fiebre, dolor de garganta o congestión, comer y beber puede ser más complicado. Las enfermedades comunes, como los resfriados, la faringitis estreptocócica e incluso las infecciones de oído, pueden hacer que el bebé tenga poco apetito, no quiera comer, o esté muy irritable a la hora de hacerlo, lo que significa que, al final del día, tu hijo podría estar muy hambriento y de muy mal humor. Si te preguntas qué le debes dar de comer cuando está enfermo, prueba con leche materna o de fórmula hasta que su apetito vuelva a ser normal.

 

Seguir una rutina a la hora de dormir

No tienes que preocuparte si tu bebé duerme mucho cuando está enfermo, está luchando contra la infección. Puede parecer contradictorio despertar a tu hijo para mantener su rutina de sueño, pero es cierto: los bebés que duermen la siesta a la misma hora, suelen dormir mejor durante la noche que los que no la tienen. Aunque esté enfermo e inquieto a la hora de la siesta, haz todo lo posible para que duerma al menos un poco. Si mantienes una cierta normalidad en sus horarios y te aseguras de que esté bien descansado a la hora de dormir, ambos podrán descansar mejor, aun cuando no se sienta bien.